El abrir los ojos cada mañana y recibir el saludo de las direcciones nos muestra la manera más sencilla del cómo iniciar el día.
El sol que nace en oriente nos indica el camino a seguir en el despertar de la consciencia divina, al hablar de divinidad, nos referimos a todo lo que el señor supremo nos ofrece para apreciar, desde la partícula de aire más mínima que roza los poros de la piel, hasta el fuego que el sol emite para mantenernos a todos los seres con vida.
Al ocultarse el sol hacia el occidente, nos muestra cómo al finalizar el día tomamos momentos de reflexión para interiorizar qué cambios debemos asumir en la transformación de las vidas de cada uno, en actitudes, pensamientos y en las acciones especialmente.
Del norte se concentra el aire para purificar cada pensamiento, surge de nuestra mente, así cuando se lanza una piedra al agua y se va formando ondas, se expanden y se amoldan a todo lo que recibimos y damos.
El polo a tierra es el sur, allí se conecta nuestro ser con todo lo que queremos realizar, permite ver un despertar de la consciencia, encaminado hacia la permanencia y preservación de la conexión con el interior.
Al apreciar en detalle la vida de todas las entidades vivientes que nos rodean en nuestro diario vivir, se observa la interconexión energética que puede ser ofrecida a la Madre Tierra.
Tierra, fuego, viento, agua y éter, son los elementales básicos que constituyen todos los seres que habitan en el planeta, deben ser apreciados mediante la armonía y el equilibrio, siempre y cuando le correspondamos a la Madre Tierra con el amor que espera recibir.
A través de nuestras acciones es posible conocer y trascender, dos palabras unidas en una sola, significa que en la medida que entreguemos lo que verdaderamente somos a la Pacha Mama, alcanzaremos un estado de felicidad, recepción y emisión de pensamientos que resuenan en cada alma.
Conocer es la manera de interiorizar todo el poder que hay en cada individuo, de encauzar el potencial en la forma de transmitir hacia los demás la esencia del alma.
Es hora de regresar y rescatar los principios ancestrales que con el paso del tiempo se han ido desvalorizando, hemos perdido la importancia de vivir armonizados con la tierra, debemos conectarnos y volver a la ley de origen, a la antigua sabiduría ancestral de preservar y conservar todas las especies, son el cordón umbilical de la Madre Tierra, porque todos somos sus hijos, nos hemos olvidado que vinimos a recordar quienes somos verdaderamente y cuál es nuestra misión a cumplir.
En realidad, la autorrealización espiritual es el logro más grande que se espera alcanzar para encender la luz de la consciencia, lo más importante es alimentarla, trascender espiritualmente.
Todo lo que nos rodea se concentra en la energía hacia el positivo, con nuestras experiencias hemos venido creando y adaptando “nuestras propias creencias” , significa que en nuestro interior hay algo por observar, escuchar, comprender y leer, virtudes que tenemos los seres humanos como herramientas para alimentar y fortalecer el alma, inspirar a aquellos que necesitan liberar todas las memorias guardadas que con el tiempo van recobrando vida.
Es el camino que conduce a observarnos internamente, cómo está el océano de amor de los seres humanos y de qué manera puede llevar y transmitir la semilla a otras personas que siguen y persiguen el camino del despertar de la consciencia, de reconciliarse con la Pacha Mama.

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