La defensa de la vida en la Tierra debiera ser el sueño que nos une y la común prioridad, pues como hijos de la Tierra sabemos que sin agua, sin aire, sin tierra fértil, sin el mundo vegetal y animal, la vida no es posible.

Vamos a conocer de primera mano a los Guardianes de la madre Tierra, como la líder indígena Ati Quigua en un intento de devolver su legítimo valor a los pueblos indígenas y a sus conocimientos.

Es hora de cuestionar nuestro papel como humanos “civilizados”, nuestra relación con el medio y entre nosotros. Estamos invitados y retados a recordar nuestro verdadero origen como indígenas, como la población nativa del planeta, que habitó desde milenios preservando el territorio con la inteligencia y el corazón, perpetuando la vida.

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