La sabiduría divina es aquella que fluye en el corazón y va unida a la mente, proyectándola desde adentro hacia afuera. Desconocemos mucho de nosotros, el gran poder a nivel espiritual que todo ser humano lleva consigo en su interior, creemos que la búsqueda de la felicidad está afuera, en forma de objetos materiales, ilusiones banales y placeres que estimulan los sentidos del cuerpo, únicamente estamos atrapados por el propio deseo del egoísmo y la ignorancia. Todo este potencial energético, se pierde día a día, cuando estamos atrapados por el ego y los pensamientos turbulentos procedentes de la propia mente, sin darnos cuenta de que todo está en la mente, en la forma con la que la tratamos o trabajamos con ella y en gran parte en cómo interpretamos los actos que ocurren en el día a día.

Sin embargo, cuando se adquiere el equilibrio entre mente y corazón, aparece la sabiduría divina, es como una conexión, con la fuente que sale del corazón y fluye hasta la mente, estableciéndose en la plena armonía del verdadero amor y el universo; es difícil de explicar con palabras, pero todo es traducido a gozo eterno, capaz de poder transformar lo negativo en positivo, capaz de amar sin esperar nada a cambio, porque entiendes que la energía del amor, es la energía por la cual todos hemos nacido en este planeta, es a través de ella que podemos despertar la consciencia, que es la verdadera sabiduría divina.

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La omnipresente sabiduría del ser cósmico brilla eternamente como conocimiento y vacía el pensamiento negativo, aquel que no nos deja ver más allá del cuerpo y mente. Cuando este ser cósmico nace en nuestro interior en forma de vibración surge el señor Vishnu, como una ola en la superficie del océano que es agitado por el viento. Del corazón de loto de Vishnu, nace Brahma, que es el creador, que comienza a formar las múltiples variedades de los seres animados como las de los inanimados, que pueblan estas tierras. El monte Meru es su centro, los puntos cardinales sus pétalos y las estrellas sus estambres y sus pistilos. Y este universo comienza a ser el que era antes de la disolución cósmica.

El creador vio a todos en el universo, sujetos al dolor, al sufrimiento, a la enfermedad y a la muerte por muchos temida, sintió una profunda compasión hacia ellos e intento trazar un camino por el que pudiesen superar su aflicción, con esta intención, estableció los centros de peregrinación y las nobles virtudes como lo son la caridad, la austeridad y lo más importante, el comportamiento correcto. Pero aun así todas fueron insuficientes, todo ello proporcionaba a los seres una liberación transitoria, pero no les alejaba definitivamente del sufrimiento, del dolor y de la angustia.

 Reflexionando acerca de ello, el creador Brahma, se puso entre los seres vivos, para ayudarles a encontrar el verdadero camino; cubierto con una piel de antílope se estrechó junto a ellos, cubriendo el velo de la ignorancia en el corazón de cada ser. Es en este instante cuando olvidamos nuestra identidad, llegando a la anulación de la naturaleza individual, como si se tratase de un demente. Hundido en este estado de confusión, en el que se hallan muchos hombres, se sienten incapaces de hacer nada, apareciendo la más apática incertidumbre. Entonces todos aquellos suplicaron al padre Brahma, para que les sacase del pozo de esa miserable condición, para mostrarles la salida.

En respuesta a cada petición de cada ser humano que pedía ayuda, Brahma iba retirando el velo de la ignorancia, que él mismo había colocado en el corazón de cada persona y así dijo: Hijos míos os oculte este gran conocimiento y ahora os lo descubro, para que podáis experimentar en su gloria absoluta, porque solamente de este modo comprenderíais la angustia de los ignorantes y podrías ayudarles en ello. Ya que vine a este mundo para mostraros de este conocimiento y que podrías descubrir de qué está en cada ser humano.

Cuenta también que en cada época de la vida, el creador envía varios sabios, para ayudar a la iluminación espiritual de cada ser humano aquí en la tierra. Para asegurar esos deberes y derechos de todos y cada uno de los seres, Brahma en tiempos atrás creó reyes que gobernaban con justicia y sabiduría divina en las diversas regiones de la tierra. Estos reyes poco a poco se fueron corrompieron por el poder y la malicia, entrando en guerra unos con otros en conflictos de intereses y luego se arrepintieron por ello. Para superar su ignorancia, los sabios suelen volver a recordarles la enseñanza espiritual. Antiguamente los reyes aceptaban estas enseñanzas que llevaban el nombre de Raja Vidya o Conocimiento Regio.

Mientras esta suprema sabiduría no se manifieste en el corazón, la persona gira y gira sin parar, en la rueda del nacimiento y de la muerte (Saṃsāra). Te ruego señor que escuches la exposición de esta doctrina con la mente concentrada, atenta, y lo más importante: con la consciencia despierta.

Extraído del libro Yoga Vashistha

Edición: Diego Castañeda 

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