CONTINUA LA REPRESIÓN AL PUEBLO MAPUCHE
NaturaGente-Ikwashendwna, envía Fuerza y Aliento a los Hermanos Mapuche.
Después de tres semanas, en Patagonia Argentina sigue desaparecido Santiago Maldonado, de 28 años, quien al solidarizarse con la comunidad Mapuche del departamento de Cushamen que exigía la libertad de uno de sus Lonkos y lideres, fue detenido, secuestrado y desaparecido por la gendarmería nacional. 
El Estado argentino, responsable de esa represión “caseria”, aun no responde donde se encuentra Santiago, y ni siquiera reconoce haberlo secuestrado en la represión. 
Se sigue asesinando y persiguiendo al pueblo mapuche para defender los intereses de empresas que están explotando y asesinando a la Madre Tierra en su Territorio Ancestral. Y con el apoyo a los medios masivos de comunicación, se continúa alimentando la falsa e interesada creencia de que ellos son los peligrosos a quienes se debe temer, y el enemigo a combatir.
Mapuche significa Gente de la Tierra. Mapu significa Tierra, Che significa Gente. 
¿Para quienes representan un peligro la gente de la Tierra? 
¿Qué está sucediendo en la Patagonia Argentina? ¿Qué ha generado la desaparición de un no mapuche, solidarizándose con el pueblo que ha vivido en armonía con esta tierra durante miles de años?
Para comprender lo que realmente está sucediendo, habría que remontarse por lo menos, a la llamada “Conquista del desierto del General Roca”, cuando hace menos de 150 años el Estado Argentino (al servicio de las grandes potencias económicas mundiales) decidió avanzar sobre las tierras ubicadas al Sur de su territorio, que hasta ese momento gozaban de cierto grado de indiferencia y por lo tanto, continuaban gozando del mínimo respeto exigido por su propia constitución nacional para con los pueblos allí preexistentes. Esta región, lejos de ser un desierto, estaba poblada. Aquella campaña consistió en el exterminio y desalojo de aquellas comunidades, y en la posterior repartición de 42 millones de hectáreas en manos de muy pocas familias amigas y asociadas con los gobernantes.
También se sistematizo la captura y la venta de sus pobladores. Miles de ellos fueron convertidos en esclavos, y estudiados y expuestos en museos tanto de Argentina como de Europa. Se vendieron a niños, se separaron a hombres y mujeres en campos de concentración como el de la Isla Martín García, para que no pudieran reproducirse (se estima que al menos debe haber unos 10 mil cuerpos humanos en fosas comunes debajo de la pista de aterrizaje de la isla). Inclusive en la actualidad, a pesar de los avances de los derechos humanos en el país y del discurso oficial de sus gobiernos, sigue estando como materia pendiente la devolución de los restos físicos de importantes líderes que permanecen como piezas de museo y trofeos de guerra, en por ejemplo el Museo Nacional de La Plata. Allí, antes de morir, estos caciques fueron apartados de su pueblo, despojados de sus tradiciones, enjaulados y humillados.
Luego llegarían años de campañas estatales y sociales que buscaron la desidentificación con las tradiciones y con la sabiduría ancestral de estos pueblos. Campañas que generarían desinterés y miedo a ser Mapuche, gente de la Tierra. Desalojos y despojos forzados y no forzados.
Santiago Maldonado, este primero de agosto, se encontraba acompañando una manifestación de resistencia mapuche en la provincia de Chubut. 
En esta provincia y en sus provincias vecinas, empresarios como Luciano Beneton (si, el mismo de la famosa y prestigiosa marca italiana de indumentaria) poseen miles de hectáreas las cuales han sido adquiridas y compradas de manera ilegal, a precios absurdos y tristemente increibles. 
En particular, Beneton, principal terrateniente de la Argentina y con un capital superior a los mil millones de dólares, posee 900.000 hectáreas… si, 900.000 hectáreas!!! Una superficie 14 veces superior a la de Singapur, en la cual viven 11 millones de habitantes. Este empresario posee concesiones mineras que equivalen a unas 90.000 veces más de lo permitido según la Ley de tierras. Inclusive, cerca de donde fue la manifestación este primero de agosto por la detención ilegal del Lonko Facundo Jones Huala, existe un Museo creado por Beneton, en el cual se busca crear la imagen de que allí ya no existen “indios”, y que estos son piezas de museo y una cultura muerta. Su propia e interesada versión de la historia y de la realidad.
La realidad es que los mapuches están vivos y reivindicando su identidad siempre de amor, conexión y protección a la Ñuke Mapu, madre tierra. La realidad es que existen innumerables conflictos entre estas comunidades con el empresario multimillonario Benetton. La realidad es que en todos los conflictos territoriales entre estos, la justicia argentina siempre ha fallado a favor del italiano con 900.000 hectarias. 
Beneton, y otros grupos con intereses económicos sobre esta región del Planeta, siguen alimentando imágenes ficticias y malintencionadas sobre los mapuches, imágenes que han sido a lo largo de la historia por ellos mismos creadas para poder así seguir legitimando sus atrocidades y ofensas hacia sus hermanos. Para poder así también poder contar con el aval y permiso de gran parte de la sociedad para seguir cometiendo estas ofensas contra la sabiduría ancestral y defendiendo sus propios intereses.
Hoy, entre otras cosas, ¿Qué está sucediendo en Argentina y también en el país vecino de Chile? Hay lideres mapuches detenidos ilegalmente (en ambos juicios se ha demostrado las irregularidades y nulidades de las acusaciones) y con pedido de extradición, entre ellos el Lonko Facundo Jones Huala y la Machi Francisca Linconao. Hay represiones ilegales y asesinas en asentamientos mapuches donde se encuentran niños, mujeres y abuelos. Hay represiones inhumanas contra manifestaciones (se han difundido imágenes de la represión del primero de agosto, en las cuales se observa como militares disparan indiscriminadamente con balas de plomo contra los manifestantes que huyen corriendo desprotegidos, al grito de “los estamos casando”). Hay, desde hace tres semanas, una persona que se ha adherido al reclamo mapuche, en estado de desaparecido, el cual fue visto por última vez siendo arrastrado a los golpes por gendarmes y siendo introducido a un vehículo.
Esta desaparición forzada, ha despertado una gran difusión a nivel nacional e internacional del conflicto y del reclamo mapuche, de su situación desesperada y de la violación de todos sus derechos. Esto, gracias al gran apoyo de gran parte del pueblo argentino y de organismos internacionales. 
Pero lo que tristemente también ha surgido a la luz con estos hechos, es el alto grado de racismo latente en gran parte de la sociedad para con los mapuches. Lejos de solidarizarse con esta causa legitima, se ha podido observar a muchos individuos justificando lo que está aconteciendo, con los argumentos que la prensa y sucesivos gobiernos se encargan de crear y difundir. Argumentos como por ejemplo de que los mapuches son un grupo terrorista financiado por grupos como la ETA o por los ingleses, de que los mapuches quieren crear un Estado independiente (cuando los mapuches hablan de la Nación Mapuche y nunca de un Estado), de que los Mapuches son chilenos y han exterminado a los argentinos Tehuelches, de que los mapuches son violentos y utilizan medios violentos de reclamos; y que sus integrantes solo quieren beneficiarse económicamente aprovechándose de su identidad ancestral. Argumentos falsos, tendenciosos y racistas.
Exigimos la aparición con vida de Santiago Maldonado, quien estaba defendiendo una causa justa en favor de los pueblos ancestrales y de la Madre Tierra. 
Exigimos la libertad de Facundo Jones Huala y de la Machi Francisca Linconao en Chile, y de todos los lideres defensores de la madre tierra y de los pueblos ancestrales, que se encuentran privados de su libertad y de sus derechos, y siguen siendo perseguidos por el mismo poder judicial que continuamente viola la constitución cuando se trata de pueblos originarios.
Exigimos que no se siga mintiendo y engañando mal intencionadamente para seguir permitiendo la destrucción del planeta. Y que se detenga el continuo hostigamiento a las culturas que vienen resistiendo y defendiendo su legítimo derecho de identidad hace cientos de años. 
Exigimos que se lleguen a acuerdos justos y merecidos entre los gobiernos y el pueblo mapuche, pueblo que a través de sus líderes y expresiones varias, siempre ha exigido que le sea permitido su derecho a la vida, su derecho a la existencia, su derecho a poder continuar con sus tradiciones y practicas ancestrales, y su derecho a defender el Wall mapu (tierra ancestral) de las atrocidades que viene siendo víctima.
Exigimos que la Sabiduría Ancestral sea protegida y respetada, por el bien y necesidad urgente de todos.

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