Este artículo está basado en la entrevista a Lwntana Dingula Nacoggi, uno de los voceros de Naturagente. En la Comunidad Wiwa el 27 de Abril de 2015, en la Ecoaldea Goloka, Minca. Sierra Nevada de Santa Marta.***Nota: En el siguiente escrito, Lwntana, hace alusión a las palabras humano e indígena desde una perspectiva cultural, social, psicológica y lingüística, en la cual, ambos conceptos, si bien poseen raíces etimológicas bien definidas.

¿Qué es Naturagente?

Humano, viene del latín humanus que significa humus o tierra, es decir, que viene de la tierra. Indígena, del latín inde (de allí) y gens (población), es decir, gente de allí. Sin embargo, en su momento Colón confundió esta palabra con la de Indio, es decir de Naturaleza India al pensar que en realidad había llegado a las Indias occidentales

Ambos conceptos han sido mal interpretados y empleados de diferentes maneras, de según el contexto. así de acuerdo con Rafael Altuve Mare*, para la palabra Indio, IN, es un prefijo que denota negación de una creencia y DIOS, Dios el creador, esta conjunción de raíces etimológicas ha sido empleada para referirse a los pueblos originarios como gente sin Dios o Creador. De igual manera, desde la corriente evolucionista y materialista, la palabra Humano o Ser Humano, ha sido asimilada como una progresión gradual del simio al hombre, Homo sapiens*, en la cual, las características espirituales e inherentes a la consciencia, son reducidas a supuestos biológicos y fisiológicos.

¿Cuál es el significado detrás de la frase “humano indígena”?

Humano, humano indígena: ahí se está hablando de un gusano ignorante, gusano sin creación, gusano sin origen, insecto sin sentido, insecto sin inteligencia, eso es humano indígena, esto no es Naturagente.

Vivir en la cultura Naturagente

¿Por qué la naturaleza nos invita a caminar en esta cultura de Naturagente? y ¿Por qué nos invita a la convivencia natural?.

Al desconocer los derechos de la Madre Naturaleza, recíprocamente nosotros mismos nos estamos desconociendo, junto con todo el medio ambiente que nos rodea; lo cual ha llevado a que erróneamente pretendamos poner límites y fronteras a los diferentes espacios y ecosistemas, hasta llegar al punto de pretender manipular el tiempo mismo, y con ello buscar la manera de bloquear la vida y sus procesos biológicos.
Sin embargo, pese a que no es posible bloquear o alterar la vida desde el espíritu, quien es el origen de todo cuanto existe; la pérdida de nuestra identidad cultural con la naturaleza y la adquisición superficial e impuesta de identidades tales como indígena y humano, han ocasionado una guerra generalizada hacia la Madre Tierra y hacia nosotros mismos, en la cual la paz, la fraternidad y la armonía entre las diferentes tradiciones y culturas parece difícil de adquirir, puesto con el paso del tiempo, dicha falsa identificación ha generado una serie de situaciones, en las cuales sentimos que nunca va a existir la unidad, ni el diálogo, en vista de la exclusión, del sectarismo y de la discriminación.

Por consiguiente, cuando nos gratificamos por el hecho de pensar que “somos indígenas” o que “somos humanos”, significa también que no nos está importando la destrucción de la tierra, ¿por qué?, porque el conocimiento acerca de la verdad absoluta es lo único que sostiene la cultura y esta a su vez la vida, nos damos cuenta de ello, porque a pesar de que en todas las comunidades pueden haber creencias diferentes, en esencia el significado es el mismo: Amor, convivencia, servicio, respeto a la naturaleza, etc. ser Naturagente, sin embargo, cuando nos desconectamos de nuestra identidad de Origen y vemos la realidad desde la perspectiva del indígena, del humano o del humano indígena, el conocimiento y la sabiduría son mal utilizados, lo cual da lugar a la proliferación de diferentes grados de competencias, de sectarismos, de envidias y de rencores; todas estas situaciones degradantes de la cultura inhiben el desarrollo de cualidades tales como el perdón, de la coherencia y la tolerancia; por lo tanto, nuestra falsa identidad con la Madre Tierra, es el origen del caos y de la guerra generalizadas, puesto que de allí provienen la división de las culturas, del territorio y de nuestras esperanzas. Las fronteras no son creaciones de la divinidad, sino de la ilusión ocasionada por la palabra mal dirigida.

Por ello, reconociendo todos esos errores, esas fallas, ese desvío, fue que los Sabios solicitaron ante la Naturaleza, ante el Espíritu, ¿Qué nombre cultural puede identificarnos para poder corregirnos? y eso fue todo un proceso para encontrarlo, puesto que implicó ganarnos la confianza total con la naturaleza, ya que la Naturaleza no responde a una solicitud como esta de un día para el otro, sino que es todo un proceso de muchos años, y fue así entonces cuando Ella nos aconsejó: ¿Por qué sentimos que estamos dentro de un centro de reclutamiento?, ¿Por qué estamos esclavizados en todos los así llamados sistemas tecnológicos?. La misma tecnología nos ha atado hasta el punto de que nuestra consciencia se ha situado en esa red de diferentes sistemas de máquinas, estando así, apegados, nuestra mente, nuestra inteligencia y nuestros sentimientos, se han vuelto materiales y vacíos. Es por ello que nosotros estamos caminando e invitando a todo aquel que se identifica como indígena o humano o civil o afro, a identificarse a esta cultura de origen.    Autor :Vishnu Bhakti Das – [email protected]

ENLACES RECOMENDADOS

http://etimologias.dechile.net/?indio

http://definicion.de/ser-humano

http://www.aldeafeliz.org/index.php?option=com_content&view=article&id=44

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