El sol nos guía donde nuestros corazones quieren llegar, por ello el caminar se proyecta con la intención de ir hacia un lugar, pero ¿a dónde quiere ir mi alma?, me preguntaba al ver las nubes meditar, luego, al llegar, el aire nos recibió con una oleada cálida de bienvenida.
Llegar a la eco aldea de Gambira, es un tramo que invita a conectarse, disponerse. Cae el sol a cada paso, saluda el bosque con sus extensas montañas, se siente la humedad del aire que respiran los pulmones; al llegar se descubre un telar mágico, lleno de seres de luz que le hacen homenaje a la tierra con todas sus manifestaciones artísticas y espirituales, allí mismo es donde están las abuelas que hablan a través del viento y se expresan en la danza de los árboles para tejer una memoria en conexión divina.
En la noche los sonidos de la naturaleza son sinfónicos y forman ondas misteriosas que evocan mantras en la mente, los sabios con su palabra, dialogan con el espíritu del fuego que crece e ilumina las almas de quienes escuchan los mensajes.
Al sentir el bosque, escuchamos a la madre tierra en cada estación de rocas sagradas, ella nos habla de amor, siempre está en esa entrega, con sus frutos, sus templos, ríos de limpieza espiritual, empero ¿qué estamos haciendo para protegerla? no nos preguntamos los humanos en nuestro paso por la vida ¿cuánto la perjudicamos? no escuchamos el mensaje que susurra el viento para protegerla.

Goloka-2

Goloka-2
La eco Aldea de Goloka, situada junto al río Minka y junto al camino Tairona que se está descubriendo, es el lugar idóneo para conectar espiritualmente, allí habla la madre tierra, a través de sus aguas, clarifican la conciencia para comprender el sentido de la existencia, establecer qué deudas tiene el espíritu con la divinidad, así, de ésta manera comprendemos que este aprendizaje humano debe estar acompañado por un maestro espiritual.
Cada piedra tiene un rostro, una expresión armónica, una historia que contar, dimensiones donde el ser descubre y se refleja, sintiendo esa fuerza que yace dentro de su emanación.
Dwanama es la esencia sagrada, es vida, que, con sus formas onduladas, acaricia cada pensamiento, ayudando a sanar lo que al espíritu aflige, ser de gran totalidad, padre y madre en comunión. Que hace danzar en ofrenda para acariciar sus raíces, su palabra y su presencia ayuda a comprometerse además invita a crecer espiritualmente con Naturagente.
Los tejidos son para conectar el pensamiento, crear formas bellas para contemplar la vida, cada rostro, lengua, ritual, instrumentos, nos recuerda que debemos ver con trascendencia lo que la vida nos quiere decir a cada instante; Así que cantar, bailar, dar la mano a quien más lo necesite, sonreír porque hay muchas cosas bellas que se comparten, en gratitud se eleva la vida para vivir en armonía.
Este viaje permite descubrir más que afuera, adentro del ser y se prolonga cuando en el corazón resuena cada enseñanza de la sabiduría que las comunidades indígenas nos comparten para re conectarnos con la esencia sagrada y volver a nuestro centro.
Gracias Espíritus sagrados de ésta montaña, por recibirnos y limpiarnos, por permitir aprender de la tierra y enseñarnos que esa es la liberación… Amar y servir a nuestra madre tierra y a sus hijos.

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